El Vuelo del Hombre a través de los mundos. Parte 2. por Hector Olvera, etor@hectorolvera.com
Al comenzar a Trabajar sinceramente sobre sí mismos se generarán energías mejores, mismas que no son necesarias para la vida común, que les permitirán sentirse a sí mismos y a los demás, sin embargo estas incursiones en el mundo 24 no aseguran que puedan atribuirse un lugar permanente en dicho mundo, para ello será necesario Trabajar sin descanso para concebir el primer cuerpo supremo del Ser. Dicho cuerpo se construye a partir de la energía sensible. Es preciso que comprendan que cuando se utiliza la energía sensible en las reacciones estereotipadas no conducirá a la creación de una presencia substancial. La experiencia en el mundo 24 es en realidad un cambio en la relación entre las leyes dependientes y las independientes del mundo 48, es decir la mitad de las leyes del mundo 48 son las mismas que las del mundo 24, y es esto lo que permite degustar el sabor de una vida real, aun y cuando no tengan una permanencia establecida en el mundo 24. Es posible, por ejemplo, vivenciar que al haber estado luchando con una negatividad hacia alguien durante mucho tiempo, al hacer el Trabajo, de repente sin darse cuenta caen bajo las leyes del mundo 24 y dicha lucha, por medio de la comprensión, se desvanece y en su lugar queda una satisfacción maravillosa. Al no tener permanencia en el mundo 24, dicho estado no puede ser prolongado, es entonces que retornarán a su estado original. Dicha experiencia puede hacerlos sentir mal, ya que están muy acostumbrados a su negatividad, deben verlo como una prueba de lo que puede ser y comprender que en tanto no se ganen una permanencia en el mundo 24, no será propio, servirá para ver la diferencia entre un estado temporal y un cambio permanente del ser. Por ejemplo, una entrada temporal en el mundo 24 puede darle al hombre el mismo tipo de poderes que el hombre número 5, la diferencia es que es sólo en ese momento y no a voluntad, en cambio el hombre 5 al estar establecido en el mundo 24, bajo las influencias del mundo 12, los posee siempre. Quizá quede más claro decir que es posible tener un desplazamiento lateral y no estar más bajo las leyes existenciales, en cambio el hombre 5 tiene un desplazamiento vertical, de un mundo inferior a uno superior. Puede haber un cambio de estado al caer bajo otras leyes al tiempo que se permanece en el mismo mundo, mientras que un cambio de estación es pasar de un mundo a otro. Es preciso no identificarse con los cambio de estado, pues si lo hacen creerán que es una prueba de su progreso, si es así sólo servirá de obstáculo, será alimento para su vanidad.
Es posible que al estar en un estado de relajación caigan bajo la influencia de una ley superior, quizá muy elevada para su nivel de ser, entonces creerán que pueden hacer, en realidad no es sino un estado que les ha sobrevenido y pronto pasará, de lo contrario se pueden identificar con él y se convertirá en algo negativo que les impedirá hacer el Trabajo.
Cuando puedan separarse de sus estados y los vean tal como son, es decir, como manifestaciones temporales de diferentes leyes, podrán empezar a Trabajar sin buscar recompensa por lo realizado, entonces podrán aceptar los estados conforme vienen y dejarlos irse a su voluntad. Véanlo así, si están en un estado horrible, no dirán que todo va mal, si están en un estado muy bonito tampoco dirán que han cambiado su nivel de ser. Así los estados que les lleguen serán parte del proceso de transformación. Comenzarán a tener experiencias reales que contribuyan al crecimiento de su esencia, pues aprenderán a no contaminarlas con los reclamos de la personalidad. Lo que las contamina es el hecho de que la personalidad se identifica con ellas y por ello reclama adulación, en realidad roba esas experiencias y las lleva al mundo 48. Cuando no se contaminan pertenecen al mundo 24.
Como ya lo he mencionado la esencia al inicio del Trabajo es infantil, por ello no puede conducirlos al desarrollo, requiere de un vínculo entre su propio yo y el mundo externo de los cuerpos.
El cuerpo físico es requerido como un instrumento para una vida plena, hay obligaciones en el mundo existencial y se tienen que cumplir, para ello se necesitan instrumentos con que cumplirlas, tales como la mente intelectual, la emocional, la instintiva, la motora y la sexual, pero en el vivir ordinario los instrumentos asumen el mando y traen al hombre cabeza abajo, por ello se pierde. Es algo así como creer ser una pequeña parte y no ser consciente de ello, al contrario “estar convencidos que eso es el todo”, de tal suerte que es un cerrarse a las influencias de las leyes de los mundos superiores y se pierde contacto con la esencia. La realidad debiera ser otra que los instrumentos sirvieran para entrar en contacto con las leyes de los mundos superiores. El mundo 48 es el mundo exterior y el mundo interior existe a un nivel superior.
Hay una parte del hombre exterior que, por su diseño, está sometida a las 48 leyes, cuando esta parte automática asume el mando, todo se ve y se pone a un mismo nivel, por ello no distingue entre los sucesos externos e internos, todo es explicado a través de lo que sucede en el mundo exterior, hay de hecho a este nivel una trampa, al tener efecto las leyes superiores le da al hombre una creencia de “sentirse libre”, “ser algo”. Esto es sueño, pues no hay contenedor alguno para retener una experiencia interior, todo lo que sucede está basado en algo material.
Hay otra parte del hombre exterior que goza de mayor libertad ya que está abierta a las leyes del mundo 24, este instrumento del hombre exterior, cuando trabaja libre de la contaminación, sirve para percibir tal cual es el mundo de la vida. Quiero decir que en todo contacto con el mundo exterior existe la posibilidad de tener una experiencia interna. Si se advierte algo, aunque sea un objeto externo, éste tiene sabor a vida, el sabor de sentirnos vivos. Cuando advertimos esto es un estado que obedece a un desplazamiento lateral que nos pone bajo las influencias del mundo 24. Lo interesante de este instrumento es que todas las varas en el mundo 48 tienen dos puntas, una de ellas nos conduce al mundo del engaño esto al ser esclavos de nuestras reacciones, la otra punta nos permite ser capaces de percibir a través de nuestras reacciones, aquí se tiene una experiencia de la esencia, ya el ser maestros de nuestras reacciones es estar despierto en el mundo 24. El instrumento del que hablo corresponde al lado interno, vital, de nuestra experiencia en el cuerpo físico. Dicho instrumento no puede conducirnos a ser independientes, sólo nos permite estar en contacto, con lo que se está pensando, sintiendo o haciendo. Como lo dije este instrumento o parte menos dormida del hombre exterior puede llevarnos o hacia la esencia o a la personalidad, para que esto no suceda, es preciso conocer y dominar el instrumento, para que nos conduzca hacia el comienzo del desarrollo de un verdadero ser interior.